Ruta Montabliz

Pie de Concha – Montabliz – Pujayo – Santa Olalla – Pie de Concha

La ruta parte del pueblo de Pié de Concha, para adentrarse en pleno Monte de Montabliz, espacio monocultivo de robles en el piso medio montano y de hayas en el alto montano bien diferenciados, además de viajar muy próximos a un bosque de ribera. Así se alcanzan las bases del viaducto de Montabliz, una de las obras de ingeniería civil más importantes del siglo XXI, una vez atravesado este el camino lleva al viajero hasta el pueblo de Pujayo donde aún se mantiene la tipología constructiva original en muchas de las casas del pueblo, para más adelante y por un camino próximo a la autovía de la meseta alcanzar el municipio de Molledo por las proximidades del pueblo de Santa Olalla y regresar a Pie de Concha por una vía secundaria que pasa próxima al Castillo de Los Moros llegando a Cobejo y así al punto de partida.

* Esta ruta ofrece la posibilidad de ser empezada bien desde al estación de ferrocarril de Bárcena bien desde la estación de Pujayo.

Distancia: 15 Km.

Tiempo: 5h 30’

Desnivel: 300m. en los primeros 4´5 Km. luego descenso.

Exigencia: Baja

PAISAJE, FLORA Y FAUNA

Desde el punto de vista paisajístico y cronológico hay que señalar en primer lugar la conformación de los fondos de los valles por la acción del hombre, que los ha adaptado a sus estrategias productivas, muy condicionadas por la ganadería. Debido a esto el paisaje se caracteriza por el mosaico que forman los prados de siega y de pasto, con gran riqueza de especies entre las que cabe destacar llantén, grama, consuelda y ranúnculos. Este mosaico se ve interrumpido por bosquetes de roble, avellano, tilo, olmo, sauce, fresno, espino albar, saúco, endrino, laurel, rosa, por citar algunos, y la gran variedad de herbáceas que los acompañan como aro, helecho, geranio silvestres, aguileña, poa, etc.; son los bosque mixtos típicos en Cantabria, en los fondos de valle, vaguadas y pequeñas alturas, aunque a veces pueden alcanzar los pisos montanos, que presentan una gran diversidad de especies arbóreas y de sotobosque en su composición. También encontrará el caminante zonas que, casi, se podrían catalogar de monocultivo, como es el caso de las vaguadas cercanas al viaducto de Montabliz, donde existe una importante mancha de roble muy bien conservada. En relación al monte de Montabliz hay que indicar que cuenta con grandes áreas de haya, muchas centenarias y que se trata de un espacio enormemente atractivo. En lo relativo a las aves se pueden avistar, entre las grandes aves, buitre y aves de presa, y, entre las de menor porte, mirlo, petirrojo, urraca, cuco, corneja, bisbita, etc.; y, entre los mamíferos; venados, jabalí, marta, zorro, comadreja, jineta, erizo, musaraña, tejón, ratón de campo, topillo…

Por último hay que señalar la importancia de los pastos de altura, donde se pueden observar zonas limpias propicias para el pasto así como áreas que recupera el matorral (helechos, brezos y escajos o tojos). Estas eras son el producto de la acción humana que “limpió” dichos espacios de su vegetación natural para generar praderías. El progresivo descenso de la cabaña ganadera está haciendo que el matorral gane terreno (son las llamadas colonizadoras) preparando el suelo para el asentamiento de especies más exigentes (árboles) en relación a los suelos.

Para finalizar, el paisaje a lo largo de la ruta es de gran interés antropológico y natural. Esta discurre por la parte más sureña del valle y en muchos tramos se puede disfrutar de magníficas vistas del valle y de las montañas que lo rodean, entre las que destaca el pico Jano, nombre que evoca la romanización y, en concreto, al dios de las dos caras (además era el dios de los rebaños) que también está relacionado con la fiesta que se ha mantenido en este valle: la Vijanera.

ETNOGRAFÍA Y ARTE

La zona por la que discurre la ruta es de importancia arqueológica y, por supuesto, histórica, pues cerca, y en paralelo al camino propuesto, discurre la calzada romana que unía Pisoraca (Herrera de Pisuerga) con Portus Blendium (Suances), la vía más antigua de unión entre la costa de Cantabria y la Meseta.

En Pujayo se celebra cada año, el 9 y 10 de agosto, la fiesta de La Maya, según la denominación local al uso. Se trata de seleccionar un árbol de gran tamaño en cuya cima, una vez desramado y pelado, se “planta” en la plaza del pueblo. Ya colocado se solía embadurnar con alguna sustancia deslizante y los mozos intentan trepar por su tronca para alcanzar el premio. Es toda una fiesta que será coronada con la romería y que entronca con viejos cultos relativos a la adoración de los árboles y con la fertilidad que simboliza el árbol.

El caminante puede contemplar conjuntos de arquitectura popular tradicional muy interesantes, como en el caso de Pujayo, Bárcena y Pie de Concha, donde también hay que destacar la religiosa.

La iglesia de San Martín, de Pujayo, inventariada como patrimonio cultural de Cantabria, es de finales del siglo XVI, de estilo renacentista, pero muy reformada posteriormente. Es de una sola nave y con cabecera cuadrada cubierta por bóveda de crucería. La portada, en uno de los lados menores del rectángulo, es un arco apuntado rematado por dos pequeñas molduras a modo de guardapolvo, y, sobre ella, un pequeño hueco cobija la imagen de una Virgen. Esta sobria, pero armoniosa fachada se remata con una espadaña de dos vanos apuntados, réplicas del de la puerta, que se cobijan bajo un hastial.

Bárcena tiene la iglesia románica del siglo XII. La de San Cosme y San Damián, con diferentes añadidos del siglo XVII, tiene una única nave, ábside semicircular cubierto con bóveda de horno, al que se accede por un arco de medio punto algo apuntado, sobre columnas con capitales tallados, con dos líneas de impostas ajedrezadas y una pequeña ventana saetera en el centro, en la que se puede contemplar una excelente talla de la Virgen con el Niño, del XIII; en el exterior es destacable su ábside, con canecillos. La iglesia de Pie de Concha, también del siglo XII es la de Santa Roimbre, cuya extraña planta, casi tipo salón, es el resultado de posteriores añadidos. Son destacables tres bóvedas estrelladas y dos retablos del XVI y XVII.

En Santa Olalla, además de algún ejemplo de arquitectura tradicional, tiene un pequeño e interesante museo de instrumentos tradicionales y que está instalado en las antiguas escuelas del pueblo.

Es significativa la arquitectura civil del pueblo de Pie de Concha y sobre todo de Pujayo, casas estilo montañés, de dos plantas, abalconadas, construidas con buenos sillares y maderas nobles, con cubiertas a dos aguas, y en muchos casos pareadas entre sí, formando hileras. Disposición típica en Cantabria donde se apuraba el espacio construido en beneficio del dedicado al labrantío y pasto del ganado.

En este aspecto no se puede olvidar el Castillo de Los Moros, se trata de una torre, hoy en ruinas, que data del siglo XV, que se cree era el lugar donde se cobraba el portazgo por entrar en las Asturias de Santillana, ya que en el Apeo del Infante don Fernando (1404), se habla del portazgo real y guarda de paños y metales, en el Castillo de Cobejo.

RECORRIDO DE LA RUTA

  1. Salida del pueblo de Pie de Concha dirección Pujayo, antes de cruzar un puente de piedra y dejando un área de descanso a la derecha la ruta empieza paralela al río Bisueña, Para tomarla se abandona la carretera principal hacia la izquierda y más adelante a la derecha acompañándose de un bosque de ribera bastante denso compuesto por alisos, sauces, avellanos y castaños entre otras especies, salpicado por prados de diente y siega.
  2. Atravesando un segundo puente se asciende ligeramente, apareciendo ya robles en mayor número al lado derecho acompañados de arces, espinos, acebos y sobre todo castaños, con espacios de landa atlántica  donde prima el  brezo. Más prados a la izquierda, zona llana de fondo de valle conocida como Prados del Río, cercados con estacas de madera y alambre.
  3. Dejando un depósito de agua verde a mano derecha se toma la desviación a la izquierda para continuar ascendiendo por una pista de grava y hormigón. En este momento aparece una de las singularidades de la zona ya que muy próximas al camino se encuentran encinas Quercus ilex, no son típicas de estos medios pero poco a poco proliferan.
  4. Continua el camino en el eje norte sur del valle en el cual nos encontramos. Al otro lado del valle transcurre la calzada romana en su trayecto Pesquera-Bárcena de Pié de Concha, antigua Vía que unía Pisoraca (Herrera de Pisuerga) con Portus Blendium (Suances).
  5. Pasando una portilla canadiense se deja un bosquete joven de acacias a la derecha, para divisar el viaducto de Montabliz al fondo, hasta allí continua el viaje tomando todas las desviaciones a la derecha y atravesando dos puentes de hormigón prácticamente simultáneos. Una vez dentro del monte Montabliz en su zona más baja conocida como El Coto, donde el monocultivo de roble es especialmente llamativo, por su extensión y buen estado de los ejemplares.
  6. Una vez atravesado el viaducto el camino continuará ganando altura por un camino ahora de grava gruesa y suelta hasta alcanzar las proximidades de la autovía (Rutó), para caminar paralelo a esta y al lado de prados de uso ganadero.
  7. Después de caminar por un tramo llano y cómodo se llega a un cruce donde se debe tomar el camino de la izquierda, más estrecho y empinado, dirección Balcabo. Flanqueado a ambas manos por zarzas y especies arbustivas. Así hasta llegar a un nuevo cruce donde el camino a continuar será ya para descender al pueblo de Pujayo.
  8. Sin ningún tipo de confusión y atravesando avellanedas y saucedas, se entra en el pueblo por un parque equipado con mesas, barbacoas y columpios. Tras un paseo por el pueblo donde se recomienda parada en la plaza central para admirar un conjunto de casas en hilera de típica construcción montañesa y pasando junto a la iglesia de San Martín, se abandona el pueblo.

En este momento se puede regresar al punto de partida por la carretera o bien continuar la ruta.

  1. En caso de continuar, una vez pasada la estación de tren de Pujayo y el túnel del ferrocarril, encontramos un camino ancho y alquitranado a la izquierda con una ligera pendiente, dejando un pequeño pinar a la derecha. En esta zona, La Busta, se observa como los taludes poco a poco van siendo colonizados por brezos, helechos y tojos.
  2. Por este camino se llega a la zona baja del viaducto de Pujayo el cual se deberá atravesar para acceder al camino que paralelo entre la autovía y el pueblo de Pujayo. Camino que no se abandona y que transcurre por la desviación de la derecha que llegará próxima al viaducto  La Torca. Durante este trayecto a un lado la autovía de la meseta y al otro un mosaico de prados muy fragmentados, Juntarés y El Solar, reflejo de una antigua economía agroganadera hoy con menor peso en la economía local.
  3. A travesando este viaducto, se divisa al fondo del valle el pueblo de Bárcena flanqueado por el Pico Jano (1.290m) el camino continua dirección Santa Olalla. Con un firme cómodo, de grava pequeña y prácticamente plano por toda la ladera de Las Joyas.
  4. Después de tomar un nuevo cruce bajo el viaducto Los Arroyos y ascender una leve cuesta se transita al lado de la autovía esta vez en la margen izquierda para atravesarla esta vez por encima, por un puente que da a un conjunto de casas conocido como Villordún. Desde donde empieza el camino de descenso hasta Santa Olalla, por una carretera asfaltada.
  5. Se camina entre prados, con un uso ganadero muy acusado que ha sido el que ha modelado el paisaje. En un momento el camino se cruza con el GR-73 el cual se debe dejar a la izquierda, para continuar el descenso, poco más adelante otro conjunto de edificios de uso ganadero; La Llosa.
  6. Pasada esta zona, es posible divisar la Sierra de los Picones y el pueblo de Bárcena de Pie de Concha. Paseando entre prados acompañados por robles. En esta zona se coge un camino a la izquierda y se cruza un paso del ferrocarril. Este hecho de que las vías del tren transcurran cercanas al camino caracterizan el recorrido, ya que como se ha señalado, se pasan varios puentes del ferrocarril.
  7. Ya en la zona más próxima a Santa Olalla un cruce de caminos; donde tomamos el de la derecha, ya que el de la izquierda se dirige al pueblo. Zona de prados y mieses, separados por muretes de piedra y salpicados por robles, por lo que hay una uniformidad en el paisaje. En este tramo es posible ver bancos al borde del camino para poder realizar un descanso en el camino.
  8. Llegando a la zona de La Real un nuevo cruce de caminos, donde hay que coger el camino de la izquierda para llegar a la zona de La Mies donde podemos ver una explotación ganadera.
  9. El camino lleva hacia Los Pozos donde hay que atravesar otro puente de ferrocarril que

encontrándonos una fuente de agua, lo que provoca que sea una zona muy húmeda lo que ha deteriorado el camino.

  1. Continuando el itinerario aparece una portilla a la izquierda que delimita una finca y entramos en una zona sombría, húmeda y con abundante vegetación compuesta principalmente por brezos, helechos y zarzas.
  2. El camino de piedras en esta zona adquiere una cierta pendiente. Nuevo cruce de caminos que se debe ignorar continuando de frente para llegar a un espacio llano, desde donde se puede divisar a la izquierda el pueblo de Bárcena de Pie de Concha y el Pico de San Pedro que fueron unas antiguas minas de cobre y las vías del tren que circulan de forma paralela al camino. También es posible divisar a lo lejos la torre del Castillo del Moro ubicada en una pequeña loma.
  3. En este espacio próximo a la zona conocida como El Rocío, hay que atravesar dos portillas que sirven de cierre al ganado que pasta en la zona. El sendero continúa de forma paralela a un pequeño arroyo afluente del río Bisueña, divisando en todo momento el Castillo del Moro ubicado en una pequeña loma y los prados que lo rodean.
  4. El siguiente hito en el camino y ya llegando al punto de partida, el pueblo de

Cobejo al que se accede por un camino de piedra. Pueblo singular por pertenecer administrativamente al municipio de Molledo pero estar localizado como una isla en Bárcena de Pié de Concha. Aquí hay un área de recreo, donde es posible tomar un descanso.

  1. Aquí hay que abandonar el pueblo de Cobejo, pasando por delante de la pista deportiva para llegar a Pie de Concha donde una vez atravesado este pueblo dirección sur llegamos al punto de partida.