Frente a la iglesia románica de San Martín, en el corazón del valle de Iguña, se alza la vieja torre del linaje de los Quevedo
Aunque modificado en parte su aspecto militar por la apertura de más huecos de luces, su tipología nos aproxima a una edificación del siglo XIV o principios del XV.
En la fachada posterior, orientada al norte, existe otra entrada que da acceso a la planta baja donde estaban la cuadra, almacenes y bodega.
La construcción de la torre está realizada sobre una planta cuadrada de 11,5 m. de lado, con muros de mampostería de unos 50 cm. de espesor, reforzada en los esquinales por sillería de buena factura.
En las jambas se aprecian dos flores de lis, motivo heráldico que también se encuentra en las armas del escudo de los Quevedo.